En materia jurídica, México se encuentra rezagado en la regulación de los usos de información y los datos personales en el internet, lo que resulta un grave peligro para la privacidad de las personas, alertó el Ing. Eliseo Ortiz Valdez, director general de Servicios de Software Ehecatl.
El entrevistado aseguró que resulta muy costoso para las pymes, adquirir el equipo tecnológico y personal, necesario para garantizar la protección de los datos.
“Si hay rezagos a nivel general, te puedo decir que ya otra vez se está volviendo algo costoso la adquisición de nueva tecnología, porque antes decías yo tengo una máquina, la pongo como servidor y tengo a alguien de sistemas que haga esto y tres cosas, que es lo común que hacen las pymes, pero ahora ya no es así, porque haber lo puedes resolver así, pero necesita a parte de servidor, ahora necesitas un respaldo en la nube y a parte necesitas protegerte de ataques de ciberseguridad, que ahora cada vez son más fatales, antes te eliminaban documentos y ahora te encriptan tu disco duro y te secuestran tu información y te piden bitcoins”, comentó.
De visita por las instalaciones del periódico EL DICTAMEN, donde fue recibido por el licenciado Alberto Villarello Ahued, gerente general del Decano de la Prensa Nacional, el ingeniero Eliseo Ortiz Valdez, director general de Servicios de Software Ehecatl, destacó que ahora las empresas requieren de un mayor número de personal, experto en diferentes áreas, sobre todo en ciberseguridad.
“Ahora requieres de alguien que sepa de sistemas, alguien que sepa de redes, alguien en ciberseguridad y alguien que sepa programar, son varios perfiles y encontrar esos cuatro en uno, es muy difícil”, comentó.
Es decir, las empresas requieren contar con diferentes perfiles, sobre todo en el personal asignado al área de sistemas, para poder tener una infraestructura tecnológica que sea escalable y asequible.
Detalló que, en México, no existe tanto rezago tecnológico si se habla de la perspectiva de la comunicación, esto luego de que hay más celulares en el país, que número de población.
“Se habla que existen 160 millones de celulares algo así, no tengo el dato exacto, pero es más que la población”, comentó.
Además, es un hecho que existe una mayor conectividad, sin embargo, México se está quedando muy atrás en garantizar la seguridad de la información y datos.
“Nos falta educación sobre el tema de datos, antes decíamos ya tengo mi computadora y mi disco duro y este es mi asset, no mi activo principal son los datos que tú manejas, la información que tienes resguardada, desde una videocámara que te está grabando, esa información a donde va, lo tienes aquí en la nube, quien lo tiene, te pueden hackear desde ahí, es muy fácil, ahora los celulares que cada uno usa, automáticamente tienen rastreos de GPS, las mismas aplicaciones te piden, ya son muy descaradas te dicen quieres que te rastremos o no”, comentó.
México sufre rezago en regulación de usos de información y datos personales en internet
Citó que existe una frase que dice “si tu no pagas por el producto, tú eres el producto”, es decir, en todas las aplicaciones que utilizamos de manera gratuita, nosotros somos el producto.
“Porque estamos regalando nuestros datos y nuestra información”, comentó. Agregó que “hay muchos datos que compartimos y no nos damos cuenta”.
Destacó que es evidente que estamos más interconectados en el país, a pesar de que las tarifas que se pagan son muy altas, por el monopolio que aún existe.
Sin embargo, existe mucho desconocimiento de los usuarios y de la falta de atención que existe a nivel gobierno, para poder tener estos puntos medulares de privacidad de datos y de información.
Recomendó que la población en general, puede ingresar a la configuración de su celular, para protegerse del robo de su información.
“De entrada hay muchos parámetros que están para compartir cosas de nosotros, hay que irnos a la configuración y ver que estamos compartiendo sin darnos cuenta”, comentó.
También cada seis meses, se tienen disponibles actualizaciones en términos de privacidad de datos y puede haber nuevas cosas que estamos aceptando y lo desconocemos.
Así como leer los acuerdos que uno acepta sin querer, por tener acceso a alguna aplicación, sobre todo cuando es gratuita.
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