El 13 de julio Día del Árbol es momento propicio para cobrar conciencia de los activos tecnológicos reunidos durante muchos años por investigadores de nuestro país tendientes a revertir la situación de pobreza y marginación de millones de compatriotas, los cuales habitan en zonas de gran potencial forestal y también agrícola y ganadera, cuyos recursos de la mano con la ciencia cambiaría calidad de vida y valiosa contribución al mejoramiento de la atmósfera que amenaza con efectos devastadores.
De la información proporcionada por el ingeniero Francisco Javier Ugalde Acosta, coordinador del Departamento de Divulgación del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias destacamos el reporte actualizado del Inventario Forestal Nacional y de Suelos: cerca del 70 % del territorio está cubierto por algún tipo de vegetación forestal , suman 138 millones de hectáreas distribuidas de la siguiente manera: 41 % de matorrales xerófilos, otro 25 % bosques templados, le sigue el 22 % de selvas y el 1 % son manglares .
Incuestionables beneficios
Es momento de cobrar conciencia de la realidad o, corregimos el rumbo o seguiremos con la autodestrucción porque la respuesta de la naturaleza cada vez es más agresiva. Se pierden de vista los beneficios aportados por los árboles, veamos los más significativos: determinantes en la regulación del ciclo hidrológico y disponibilidad de agua.
Contribuyen en control de la erosión y mitigación de efectos del cambio climático al secuestrar el carbono de los gases invernadero y convertirlo en biomasa en forma de madera entre otros.
Se pueden producir árboles en convivencia con agricultura y ganadería: Ugalde
Sistema agro silvícola
Ugalde Acosta refirió experiencias exitosas de productores de Birmania, país asiático que datan de 1860 con el modelo denominado “Taungy” que consiste en realizar plantaciones forestales de manera simultánea con productos básicos.
Ventaja que permite obtener madera en tanto las demás variedades alimenticias son temporales con ingresos a corto plazo, en espera de la mayor utilidad con la venta de la madera.
En 2007 crearon el Taungya jarocho
Veracruz, por mucho tiempo reconocido como estado vanguardista en producción agropecuaria, en el año 2007 puso en marcha el Sistema Taungya Jarocho con respaldo tecnológico de los Campos Experimentales de Cotaxtla y El Palmar, el primero en Medellín y el segundo en Tezonapa.
Una alternativa para producir satisfactores alimenticios junto con árboles de melina, cedro y teca.
El exitoso resultado veracruzano no admite duda, con producción de 1320 kilogramos de frijol ocupando sólo el 60 % de una hectárea promedio en el curso de 3 años consecutivos; mientras en árboles en un quinquenio, los cedros alcanzaron 9 metros de altura, la melina 17 metros y las tecas 13 metros, en la actualidad la mayoría de esa población ya tiene aprovechamiento comercial con alta rentabilidad, son maderas preciosas, de gran demanda interna y también materia de exportación.
Por lo que advierte el lector, existe toda la información técnica, probada su efectividad para multiplicar buenos ejemplos, falta promoción de la misma y respaldo crediticio, coordinación de acciones de parte de las autoridades de los 3 órdenes de gobierno.
Sin duda, deben entenderlo hasta los más escépticos, la reforestación con sentido productivo sustentable, contribuye a mejorar el ambiente y calidad de vida de quienes pueblan zonas rurales. “Los árboles son los pulmones del mundo, nos pueden salvar de la amenaza catastrófica del cambio climático”.
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