Por: Manuel Lucio/Retratista
Amigo, escritor, inquieto letrado; divulgador de la historia, la cata de cerveza y sus orígenes, tema que él domina. Aquí un resumen de su novela sobre la historia de la cerveza en La Nueva España, basada en la vida de Alonso de Herrera nacido en Sevilla (¿? – se presume su muerte 1558) quien solicita al rey Carlos I de España V de Alemania, licencia para elaborar cerveza, aceite de naveta, jabón y rubia, así como el lugar para la siembra de hublón (lúpulo) y otras semillas, en la Nueva España en el año de 1541; el rey emite una Real cédula (testimonio) en el año de 1542 a Antonio de Mendoza, virrey de la Nueva España, para que una vez autorizada la capitulación a favor de Alonso de Herrera para fabricar cerveza en ese reino y se le otorguen tierras para la siembra de hublón y otras semillas. Esto se le otorga mediante una merced real de tierras en Amecameca a las faldas de los volcanes el Iztaccíhuatl y el Popocatépetl.
Don Hernando de Pavía, “fiel servidor del rey”, quien será el primer funcionario encargado del impuesto al alcohol en la nueva España, para asegurar que el rey obtuviese su “tercio” del monto de venta de la cerveza producida por Don Alonso de Herrera para el incremento del patrimonio real de su majestad el Rey Carlos, procede a dar entrega oficial de la licencia para elaborar cerveza en la cervecería denominada “La Braseri” de Don Alonso de Herrera, el día 12 de diciembre de 1543.
“La cerevisa monacarum”, los tres tipos de cerveza que se elaboraban en los monasterios, son: “la prima melior”, que era la reservada para los jerarcas de la iglesia y los personajes de noble cuna. Después “la servicia” que se le incluía avena, ya que esta se destina para el consumo de los miembros del monasterio. Por último la “tertia”, la cual es la de menor calidad que se le ofrecía a los peregrinos que pasaban en su recorrido en el camino a Santiago o a los aldeanos que llegaban al lugar para adquirirle.
