Es lamentable que películas como “Depredador: La Presa”, no lleguen al cine, ya que su calidad de producción, fotografía y principalmente su espectáculo sonoro, son de alta calidad, sumado a que se trata de la que hoy en día ya es considerada como la mejor de la saga, que si bien no se toma riesgos en cuanto a su historia, cumple con brindarnos la acción adecuada, con momentos de adrenalina, sumando los bien logrados efectos especiales y el empoderamiento femenino del que hace gala con una protagonista empoderada y aguerrida.
Ambientada hace 300 años en la Nación Comanche, en “Depredador: La Presa” conocemos a Naru, una joven guerrera, feroz y altamente hábil, que se crió a la sombra de algunos de los cazadores más legendarios que deambulan por las Grandes Llanuras. Cuando el peligro amenaza su campamento, se dispone a proteger a su gente. La presa a la que acecha y, en última instancia, se enfrenta, resulta ser un depredador alienígena evolucionado con un arsenal técnicamente avanzado, lo que deriva en un enfrentamiento cruel y aterrador entre los dos adversarios.
La nueva entrega de la saga “Predator” funciona y los fans quedarán contentos, lo que demuestra que cuando se hacen bien las cosas, aun puede quedar vida dentro de una franquicia de la que no todas sus entregas valieron la pena; como protagonista Amber Midthunder es excelente y el desarrollo de la historia, que por momentos puede sentirse un poco lento en la primera parte de introducción y presentación del ambiente los personajes, para su segunda logra mayor dinamismo, pues la acción es constante y no para hasta la batalla final, presentando en general el origen de este monstruo que por varias generaciones ha causado terror.
