Vamos de mal en peor en política educativa en México. Primero fue dejar sin carácter obligatorio la evaluación del rendimiento de alumnos y hasta maestros y ahora el gobierno de Tlaxcala anunció la eliminación del uso diario de uniformes en escuelas públicas, consecuencia de un criterio absurdo con tendencia a generalizarse en el resto de entidades federativas, declaró el maestro Carlos Sánchez Aguirre, dirigente de la delegación de docentes jubilados en la región de Veracruz.
Recordemos pidió el profesor que durante más de 30 años permaneció frente a grupos de alumnos de instrucción básica, la razón fundamental de uniformar a los niños radica en cancelar diferencias en el vestido, dar sentido de igualdad en la convivencia. Evitar discriminación por características de la ropa y calzado.
Además, resultaba producto del acuerdo de directores de planteles con sociedades de padres de familia.
Antes de la implantación de este requisito, abundó en el comentario, se dieron contrastes notables, como el hecho de ver niños descalzos y vestuario muy humilde, deterioro en exceso hasta roto, frente a otros casos de opulencia creando barreras socioeconómicas, caldo de cultivo de complejos que perduran por el resto de vida juvenil y adulta.
Aunado a lo anterior, en opinión de Sánchez Aguirre fomenta hábitos de limpieza, orden en manejo del vestuario, pulcritud en general; pero, sobre todo, aunque sea sólo en el seno escolar establecen el ambiente de equidad, todos somos iguales y el factor determinante de ese sentimiento radica en el uniforme.
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Por cierto, alineado con la corriente ideológica promovida en los últimos años por el proceso transformador Lopezobradorista .
Reflexión antes de seguir mal ejemplo
El “mal paso” fue anunciado por funcionarios del sistema educativo de Tlaxcala; por lo tanto, el directivo de jubilados porteños exhorta a sus homólogos veracruzanos a reflexionar sobre el tema, precisen justo costo-beneficio con lo cual rechacen una medida que la experiencia de mucha gente, vamos, el sentido común desde ahora descalifica.
No se trata de cambiar por cambiar, a semejanza de la moda, corresponde a la formación correcta de nuevas generaciones.
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