Las siguientes palabras, quisiera dedicarlas y expresarlas al mundo entero, y a toda la humanidad, por las cuáles, están atravesando o pasando, por momentos difíciles, dolorosos, o hasta muy tortuosos:
Lo primero que quisiera decir es: le mando mi fuerza al mundo, para que la naturaleza, animales, plantas, y todos los ecosistemas que existen, logren y puedan regenerarse rápidamente.
Pido y suplico, que ya no haya ni exista basura, y mucho menos contaminación. Que todos seamos conscientes de nuestros entornos, y de las situaciones que suceden diariamente en nuestro ambiente, aprendamos a cuidarlo y respetarlo, ya que, a través de él, podemos conseguir alimento y protección, además de algunas cosas necesarias y sanas, para nuestra supervivencia.
Pido fuerza al mundo, para que todas las personas, ya sean pobres, débiles, diferentes, de cualquier género, raza o color de piel, logren adquirir conocimientos, puedan defender su vida y persona, así como a quienes aman, y todos sus sueños y anhelos.
Que absolutamente nadie, les obligue a permanecer callados, atados, y mucho menos, en silencio.
Todos tenemos derecho a pelear por lo que queremos, a proteger nuestros derechos, espacios, vidas privadas, y seres queridos.
A alzar nuestras voces, cuando estamos inconformes, a expresarnos de diferentes maneras, sin amenazar o recurrir a la violencia o abuso, a confesar y gritar nuestros sentimientos y emociones, con tal de que sepan cómo nos sentimos, aparte de tratar de buscar ayuda, apoyo, o resolver los problemas que existen actualmente.
Pido fuerza al mundo, para que haya más amor que odio en todos nosotros, que nos enseñen y demuestren, que todavía habitan los valores, buenos modales, y educación, dentro de nuestras almas y corazones, para que las futuras, y próximas generaciones, logren ser mejores personas.
Le pido fuerza al mundo, que nos ayude a ser más solidarios, respetuosos, tolerantes, y amables, con todos a quienes llamamos nuestros hermanos, porque todos merecemos cariño, protección, ayuda, así como a tratarnos y vernos como iguales.
Pido fuerza al mundo, para que nos ayude a luchar, y obtener un mejor futuro.
Yo sé muy bien, dentro de mi corazón, que todos somos capaces de lograr nuestros objetivos y metas, que podremos triunfar, haciendo nuestro mayor esfuerzo, que podemos tener un trabajo y salario digno, e incluso, mejorar nuestras habilidades y aprendizajes, que la vida misma nos da, si nunca nos damos por vencidos, aparte, de poder superar nuestros problemas, y dificultades.
Pido fuerza al mundo para que, entre todos, nos podamos ayudar y auxiliar, en situaciones o momentos de tragedias y desastres.
Que podamos olvidar, aunque sea por unos días, o tal vez unas semanas, nuestros odios y rencores que tenemos, hacia quienes son diferentes a nosotros mismos.
Anhelo, con toda la fuerza del mundo mundial, que los ricos, ayuden y apoyen a los que no tienen nada para sobrevivir, a las personas que no puedan protegerse y defenderse por sí mismas, a quienes no logren reunirse con sus familias lejanas, y a brindarles un hogar, a aquellas que no las poseen.
Pido fuerza al mundo, por que haya más amor, y menos guerras, que haya más apoyo y unión, tanto de familias como parejas, que ya no encontremos más animales y niños en las calles, muriendo de hambre y soledad, ellos también merecen educación, amor, protección, y un cuidado digno.
Que la salud mejore, para quienes están en hospitales, o, se encuentran librando algunas batallas de cáncer, o malestares raros.
También pido fuerza al mundo, para que todos nosotros, podamos tener y encontrar un buen trabajo con salario digno y respetable.
Que todos nuestros jefes y futuros jefes, aprecien y valoren, nuestros esfuerzos y talentos, que vean que luchamos por nuestras familias y futuros, además de hacer crecer a la empresa, y lograr mejorar nuestras habilidades.
Pido fuerza al mundo, para haya respeto y paz mundial en todos nosotros, que olvidemos nuestras diferencias, y logremos apreciar nuestras fortalezas.
Ojalá podamos aceptar nuestro color de piel, y compartir nuestras bellas tradiciones y costumbres, que podamos bailar, al ritmo que se nos antoje, además de mostrarles a las futuras generaciones, lo bello de la vida y de nuestras historias.
Sé que estoy pidiendo mucho, pero creo, que es lo mejor y necesario, para este mundo de crisis y realidad tan violenta y cruda.
Siempre hay que mandar buenos deseos, esperanza, y buena fe, a quienes están tanto cerca, como lejos de nosotros.
Nadie merece ni debe estar solo en estas fechas y tragedias, todos debemos unirnos como hermanos y amigos que somos, por eso, yo le mando mucha fuerza al mundo, para sanarnos, y poder seguir triunfando.
Por: Diana Díaz Cervantes
Síguenos en Twitter @ElDictamen