La situación económica del país, a partir de marzo, presenta condiciones muy cercanas al caos en el sector de la industria de la transformación, de manera especial el rubro panificador; consecuencia de incrementos súbitos de precios en insumos básicos, como sucede ahora con el trigo que a principio de año se cotizaba a 400 dólares la tonelada y hoy ocurre al triple.
Lo mismo sucede con margarinas, manteca vegetal, aceite, cartón, bolsas, rollos de papel utilizadas en máquinas registradoras. En general el movimiento alcista y desproporcionado se presenta en todos los niveles, cuando se desploma el poder adquisitivo de la mayoría de la población, destacó el licenciado Bichir Nahun Lajud, consejero de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora.
Aspiran a sobrevivir
Tan delicado se encuentra el panorama de las empresas, abundó el propietario de la cadena de fabricación y expendio de este alimento con mayor presencia en la conurbación Veracruz -Boca del Río, que la lucha en el curso del año será de aspiración a la sobrevivencia. Desafortunadamente, muchos casos, ni siquiera ese anhelo podrán alcanzar.
Inflación fuera de control
Tal vez, dijo más adelante, suena en tono alarmista el mensaje; pero corresponde a la realidad cuando los impactos inflacionarios por causas de naturaleza interna, malas prácticas de gobierno; agravadas por conflictos externos, anulan la programación en la marcha de los negocios. Lamentan cambios en el alza casi diarios, por ejemplo, de la “noche a la mañana” el saco de harina de 44 kilogramos lo comercializan en $ 680 .00, otros proveedores lo hacen a $ 730.00 y, en este momento, de manera generalizada lo ofertan a $ 1000.00.
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Año muy complicado
Nahun Lajud reiteró el término de sobrevivencia. Es cierto, hablamos de un concepto que obliga a sacrificios de todos los involucrados en la fuente de trabajo; sin embargo, no queda otra salida. Eso implica despidos de personal, sin importar el grado de especialización adquirida durante mucho tiempo. Además de restricciones en la operatividad de los servicios, exceptuando la calidad del producto terminado y aun así, buen número de panificadoras podrían bajar sus cortinas.
Aumentos en el peor momento
Sin tener carácter definitivo, las circunstancias prevalecientes llevan a venta de michas, teleras en precios entre los $ 3.50 y $ 4.00. Ahora bien, en presentaciones de dulce, el ajuste ocurrirá de $ 9.50 en adelante la pieza. Por supuesto, esperan reacciones en el consumidor de clase popular, quien si antes consumía 3 piezas al día, en lo sucesivo el número quedaría en 2 o menos.
Triste situación por cualquier ángulo que se le mire, porque el pan es de los pocos productos de la canasta básica llenador y nutritivo que por siempre resulta barato. Esperemos que la crisis sea temporal, pronto la guerra de Rusia contra Ucrania tenga solución y, al mismo tiempo, el gobierno de México revierta el plan de importaciones de alimentos y entregue apoyos a los hombres del campo y muchos insumos, como es el ajonjolí y otros se cultiven en miles de parcelas ociosas cuyos propietarios carecen de créditos pagaderos y certidumbre en comercialización de cosechas, garantía de rentabilidad. Justicia social de la mano de productividad.
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