Autoridades brasileñas suspenden el juego entre Brasil y Argentina. En una escena increíble, autoridades sanitarias brasileñas entraron a la cancha del Neo Química Arena e interrumpieron el juego entre las selecciones de Brasil y Argentina, correspondiente a las eliminatorias de Conmebol, para exigir el retiro de cuatro jugadores argentinos, quienes supuestamente habrían violados las restricciones por COVID-19 del país.
Corría el minuto seis cuando las autoridades brasileñas hicieron su aparición en el campo, por lo que se interrumpieron las acciones. El personal de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) pidió que los futbolistas Emiliano Martínez, Emiliano Buendía, Giovani Lo Celso y Cristian Romero abandonaran la cancha, toda vez que están imposibilitados de circular con normalidad en el país.
Estos jugadores habrían mentido, según la Anvisa, al negar que estuvieran en los últimos 14 días en Reino Unido, Irlanda, Sudáfrica o India, pese a que juegan en la Premier League de Inglaterra. Las autoridades brasileñas obligan a cualquier persona que llegue de estos países a realizar una cuarentena.
Sin embargo, momentos antes del juego, los futbolistas habían recibido un permiso especial, según reportes, para poder saltarse esta restricción, ante los problemas que se avisaban con la autoridad sanitaria brasileña.
Autoridades brasileñas suspenden el juego entre Brasil y Argentina al minuto 6; piden el retiro de cuatro jugadores argentinos
Una vez que se detuvo el juego, un hombre vestido con playera negra se hizo de palabras con Nicolás Otamendi y Marcos Acuña, lo que terminó en empujones. Ante este incidente, varios elementos de la Albiceleste y de la Verde-Amarelha llegaron a calmar los ánimos.
Lionel Scaloni, entrenador de Argentina, expresó su molestia por la situación y cuestionó sarcásticamente por qué las autoridades no acudieron al hotel de concentración de su equipo, en donde habían estado los últimos tres días.
Ante esta polémica situación, todos los jugadores argentinos se retiraron de la cancha y se marcharon a los vestidores, en donde esperan una resolución acerca del partido que podría llegar desde la FIFA. El juego se mantiene detenido con solo la presencia de la selección de Brasil sobre el campo.
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