Inglaterra vence a Dinamarca en tiempos extra es finalista.
Wembley fue testigo del recital que Harry Kane ofreció como un delantero total, asociativo, de constantes descensos al medio campo y más allá, pero también con la inteligencia para evitar ser referencia de los defensas daneses y provocarles desajustes ante la dinámica de Sterling y Saka.
Los ingleses montaron un primer tiempo dominante con balón ante un Dinamarca en bloque medio. Cierre de espacios, laterales mordiendo a los extremos, además de Braithwaite, Damsgaard y Dolberg agitando en ataque con transiciones rapidísimas.
El primer gol fue de Dinamarca, luego de cobrar una falta con centro al área y Shaw derribara a Christensen para regalarles un balón parado a 20 metros del arco, que Damsgaard tomó sin contemplación y cobró espectacular directo a la red.
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El escenario era difícil para los ingleses, pero la constante labor de Kane en el campo permitió que en una jugada bajara al medio. Diera vuelta y con una visión espectacular observó el rompimiento de Bukayo Saka, le filtró la pelota para que el jugador de Arsenal metiera pase en diagonal a un Sterling que no pudo rematar, pero Kjaer la metió en su propio arco.
Cerca del final en el segundo tiempo Dinamarca tuvo que cambiar a Thomas Delaney. Quien fue la válvula ofensiva y defensiva del equipo, por lo que perdió esa capacidad y se dedicó a aguantar.
Inglaterra vence a Dinamarca en tiempos extra es finalista.
En el tiempo extra, con el cansancio, Sterling ganó un penal que Kane falló y marcó en el remate posterior.
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