Se esperaría que los casos en los que se inyectó a los adultos mayores sin aplicarles el antígeno contra el Covid sean sólo errores, pero si se comprueba que obedecen a conductas premeditadas por parte de personal de enfermería, éste merece un castigo muy severo para evitar que otros servidores públicos quisieran repetir estas intenciones en el proceso de vacunación, expresó Carolina Gómez Vinales, integrante del Consejo Mexicano de Salud Pública.
“Esperaríamos que fueran casos aislados, no podemos hablar aún de hechos premeditados y mucho menos de montajes, pero si se trata de una línea de conducta irregular de personas de enfermería, merecerían un castigo muy severo para evitar que otros intentaran realizar esta práctica”, reiteró.
En su análisis para EL DICTAMEN, al cumplirse los primeros 100 días de vacunación en el país, la consultora en Salud Pública planteó que, si se comprueba una acción premeditada, las autoridades federales deben aceptar que van a castigar estas omisiones y esta irresponsabilidad del personal que está vacunando.
Destacó que es momento de empezar a transparentar este proceso y recordarles a los pacientes que van a recibir su vacuna, se cercioren que la jeringa no se haya utilizado y se destape el frasco del biológico frente a ellos.
“No sólo se trata de transparentar el asunto, sino de no perder la confianza de la población en la vacuna”, subrayó.
Consideró que el proceso de vacunación lleva un avance muy lento, un poco desorganizado, en el cual apenas se ha inoculado a 10 millones de adultos mayores, cuando en México existen 90 millones de adultos.
Recordó que el gobierno federal dio a conocer en diciembre pasado que a principios del mes de abril se iniciaba la aplicación con el grupo de los adultos de 50 a 59 años. Sin embargo, ahora se ha corrido un mes adelante el plan, ya que ahora se ha dicho que a este grupo de edad se le empezará vacunar en mayo.
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Propuso además retomar el tema de que todo el personal de salud, esté o no atendiendo Covid, debe estar vacunado y esto aún no ocurre.
“No hay una primera línea de batalla, por ejemplo, los paramédicos que son los de primer contacto y quienes trasladan a los pacientes en las ambulancias, es personal que está en primera línea y no ha sido inoculado”, observó.
También los médicos de consultorios privados, o los que atienden en consultorios de farmacias, son un grupo muy importante que está en la atención de personas que ha rezagado el servicio público de salud por la reconversión de los hospitales en atender exclusivamente coronavirus.
Transparentar proceso de vacunación Covid para no perder la confianza
“Llevamos más de un año hablando de enfermedad y muerte, y es momento ya de hablar de salud, porque las personas se enferman también de otras cosas que no son solamente Covid, y se ha ido desatendiendo la periodicidad en la atención médica general”, matizó la especialista en Salud Pública.
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