Cumpliendo con las medidas sanitarias que exige la pandemia, se celebró en la Catedral de Nuestra Señora de Asunción la misa del “Domingo de Ramos”, misma que fue encabezada por el obispo Carlos Briseño Arch.
La afluencia al recinto religioso fue del 25 por ciento, como corresponde al semáforo epidemiológico naranja que permanece en el municipio de Veracruz.
En su mayoría se trataba de personas de la tercera edad, quienes desde muy temprano acudieron a hacer fila para poder ingresar a la misa; todos portando su cubrebocas y respetando la sana distancia.
Recordar que la bendición de las palmitas fue modificada por la pandemia, y en esta ocasión fue a través de la oración y no con la aspersión de agua bendita como se hacía tradicionalmente; esto debido a que se buscó evitar que la gente se aglomerara y se tocara el rostro.
Durante la eucaristía, el obispo de Veracruz Carlos Briseño Arch recordó que este acto religioso encierra el pasaje bíblico que recuerda la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén aclamado por la multitud, que le saludan utilizando palmas y ramos días antes de su pasión y actividad con la cual da inicio oficialmente a la Semana Santa.
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La eucaristía también fue transmitida a través de la página oficial de la Catedral de Veracruz y Diócesis de Veracruz; donde los ciudadanos tuvieron la oportunidad de seguir el acto.
En esta ocasión si hubo presencia vendedores de “palmitas”, alrededores de la Catedral de Veracruz y del Cristo, pero fueron pocos al saber que sigue limitado el aforo de personas en la catedral de Veracruz.
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