Durante la conferencia de prensa matutina, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dio a conocer que su administración llegó a un acuerdo con la empresa brasileña Odebrecht. Dicha empresa constructora es señalada en un escándalo de pago de sobornos para evitar los tribunales internacionales.
“Se llegó a un acuerdo con la famosa empresa y sus socios Odebrecht, que es famosa porque sobornaba en países y llevó a la cárcel ese procedimiento, para decirlo amablemente, esas irregularidades a presidentes de naciones y funcionarios del más alto nivel“, informó el mandatario en su conferencia matutina del 3 de marzo.
El mandatario mexicano señaló que la negociación busca evitar que la disputa se resuelva en litigios internacionales.
“Se está optando por llegar a arreglos, acuerdos, siempre y cuando sean benéficos para la Hacienda Pública y no irnos a tribunales, en estos casos hay la práctica de ir a tribunales internacionales. Eso lleva mucho tiempo y no sabemos si en esos tribunales internacionales se actúa con rectitud”, agregó el mandatario.
El acuerdo beneficia a la Planta Petroquímico de Nanchital, Veracruz, la cual ya se encontraba en operaciones.
“No vamos a ser cómplices de un acto de corrupción, de abuso. Afortunadamente se llega a este acuerdo, a ellos les conviene, estoy seguro de que van a seguir operando con utilidades razonables, no excesivas, y tiene futuro esta planta. Como su materia prima es el etano, como lo estableció el convenio, se les va a ayudar para que tengan un muelle”, aseveró López Obrador.
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Octavio Romero expone el acuerdo con Odebrecht
Octavio Romero, director de Petróleos Mexicanos (Pemex) explicó que, en febrero de 2010, la administración de Felipe Calderón Hinojosa firmó un contrato con la empresa Braskem-Idesa, filial de Odebrecht, para el suministro de gas etano.
Ese contrato exigía un suministro obligatorio de 66 mil barriles de gas etano por 20 años, con prórrogas. Sin embargo, Pemex no contaba con ese volumen de gas, por lo que tenía que importarlo y pagar por el transporte del mismo.
Las penalizaciones eran “desproporcionadas e inequitativas“. Por cada barril no suministrado, Pemex debía pagar 200% de penalización mientras Braskem sólo pagaba 30 % por cada incumplimiento.
En cualquier momento de la vigencia del contrato, en este caso de terminación anticipada por incumplimiento de Pemex, la empresa paraestatal debía pagar a la filiar de Odebrecht una pena igual al valor del negocio en marcha. A la fecha en que se firmó el contrato, dicha cantidad ascendía a 5 mil 200 millones de dólares.
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De este modo, Pemex estaba obligado a suministrar gas a la filial de Odebrecht a un precio menor al que se cotizaba en los mercados internacionales. De 2016 a 2020, la pérdida que se tuvo por diferencial de precios fue de 248 millones de dólares.
La empresa privada tampoco pagaba el costo del transporte, que era absorbido por Pemex, lo cual tuvo un costo negativo de 122 millones de dólares.
Y por concepto de penalidades, porque Pemex no podía cumplir con el monto de gas establecido, fue de 297 millones de dólares. Esto significa que, en total, Pemex perdió 667 millones de dólares (13 mil 749 millones de pesos) en cinco años.
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