La docente Rosa del Carmen asegura que “en 30 años, la educación especial ha evolucionado el sistema educativo para bien”
La educación ha evolucionado para bien de tres décadas a la fecha, pues cada vez pretende ser más inclusiva, en donde todas las niñas y niños tengan las mismas oportunidades, lo cual es muy positivo y de gran aporte para construir una nueva cultura de igualdad y el fortalecimiento del humanismo.
Así lo consideró la maestra de Educación Especial e integrante de la Unidad de apoyo a la Educación Regular (USAER) N° 63, Rosa del Carmen Rodríguez Urreta, quien cuenta ya con 30 años de servicio.
“Antes había muchas diferencias, hace 30 años, pero cada vez son menos porque la idea es precisamente, que todo sea igual; antes se sacaban a los alumnos y estaban en una escuela especial, ahorita, en la medida de lo posible, se intenta que los estudiantes pertenezcan a una escuela regular y por regular estamos hablando de las escuelas que todos conocemos (…)”, señaló.
“Ahorita no, ahorita se trabaja con un programa paralelo, con sus mismos planes y programas de todos los chicos es el que se adecúa (…) Yo creo que a nadie le gusta ser relegado. Al final lo más importante es el humanismo”
En el marco del día del Maestro y en entrevista para El Dictamen, la académica reconoció que al principio tuvo cierta resistencia a estos nuevos paradigmas.
Sin embargo, se dio cuenta de la valía y el impacto tan positivo que traería consigo esta modalidad de estudio, pues de manera inmediata se percibieron los buenos resultados de un aprendizaje en el que todos los alumnos estaban involucrados.
“Hoy pienso: Hay un niño por cada 20 que tiene una discapacidad y en esa aula que está ese niño, le da oportunidad a los otros 19 de aprender, de aprender sobre diversidad, sobre empatía, sobre valores como la paciencia, como la amistad; entonces, un niño con una condición diferente puede generar situaciones que nos hagan aprender, entonces, yo lo veo como una oportunidad”.
Actualmente, la maestra Susy brinda atención a alrededor de 120 alumnos de varios planteles y presta servicio a una escuela secundaria ubicada en El Predio IV de esta ciudad, en donde atiende a 16 estudiantes.
En este tenor recordó que USAER es una modalidad de educación especial que da apoyo a las escuelas regulares y lo que se pretende es que la educación sea inclusiva en todos los sentidos.
Por su parte, la docente de educación especial explicó que, si un infante no presenta buena conducta en el salón de clases, muy seguramente, es porque esté viviendo una situación difícil en casa.
Por lo cual, el profesor debe ser muy observador y cuidadoso para evitar incurrir en el mismo patrón, pues es por la parte de la confianza y del amor que se pueden conseguir resultados positivos para el infante.
Destacó que es por estas fechas cercanas a la celebración del magisterio en donde muchos de ellos pueden compartir muchas de las experiencias que viven con sus alumnos, que también son significativas en su labor.
“En estas épocas salen muchas historias que llegan a ser conmovedoras, como la historia del perfume, en donde el niño le regala a la maestra el frasco de perfume pequeñito, usado y la maestra hasta se sorprende y se molesta”, indicó.
“Finalmente se da cuenta que era de su mamá que falleció y el niño quería que oliera igual, cosas más o menos así; ¿qué pasaría si yo juzgo al niño y le digo ¿por qué me está regalando algo usado? Se lo está robando de su casa; sin embargo, para el niño era una imagen tan fuerte su mamá y la maestra que decidió compararlas”.
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La educadora narra que en un principio estaba indecisa sobre qué carrera estudiar, por lo que buscando información se enteró –en ese entonces- de la nueva modalidad en Educación Especial e ingresó.
Formando parte de la primera generación de docentes en el estado de Veracruz en esta materia y desde ese entonces a la fecha, afirma que es la mejor decisión que ha tomado en su vida.
“A mí de verdad, después de 30 años te digo, yo no sabía qué estudiar y hoy te digo que fue la mejor elección porque es algo humano, es algo en donde todos los días te regalan sonrisas, todos los días te regalan abrazos y piensas: ¿en qué trabajo? Trabajar con niños y jóvenes siempre es alegre, ocurrente y para mí siempre es muy hermoso”.
La maestra Susy considera que hay un mundo de satisfacciones en esta noble labor, especialmente, cuando alguno de sus escolapios descubre un nuevo conocimiento, lo pone en práctica y ver su rostro de alegría, es algo que no tiene descripción.
Finalmente, la catedrática de educación especial felicitó a sus compañeros doblemente en este día por asumir el reto de enfrentar con toda la actitud a la pandemia y las nuevas enseñanzas que representó el confinamiento.
En donde tuvieron que poner a prueba sus talentos y en donde demostraron una vez más, que para ellos nada es imposible cuando se trata de educar con amor.
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