Con los libros digitales, es difícil contabilizar el número de lectores actuales, aseguran literatos
En estos tiempos de la era digital y ante el difícil panorama económico – social que representa la pandemia por covid-19, es difícil registrar con precisión cuántas personas están leyendo, qué tipo de lecturas hace y sus hábitos.
Así lo señaló el titular de la oficina de Fomento a la Lectura en la Subdirección de Educación e Investigación Artística del Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC), Agustín Guerola Bibenlafón, quien, sin embargo, reconoció que el perder lectores es lamentable, pues es muy complicada su recuperación.
Y es que los últimos resultados del Módulo de Lectura (Molec) 2020 del Inegi, estiman que en nuestro país se lee en promedio 3.4 libros por persona al año y que algunos de los motivos por los que las personas habrían dejado este hábito era por la falta de tiempo.
“Lamentablemente, un pequeño tropiezo en este proceso de formar lectores, que toma mucho tiempo, a veces, si se pierde el hábito por razones laborales, de salud u otras, en algunos casos, recuperar al lector es muy difícil, entonces, vemos estos matices, de ahí que no tengamos una cifra exacta en la que podamos decir cuántas personas están leyendo y, sobre todo, qué y cómo lo están haciendo”
Al respecto consideró que con diversos mecanismos se puede acercar a niños y jóvenes a la lectura sin hacer de esta práctica algo obligado, es por ello, que el IVEC ha contribuido con infantes, para que, al llegar a la adolescencia, ya puedan identificar editoriales, autores locales y extranjeros, géneros literarios, gustos, entre otros.
Reconoce que perder lectores es lamentable
Pero reconoció que hacerlo desde la trinchera escolar es más complicado, pues ya los alumnos tienen lecturas obligadas como Español, Matemáticas, Ciencias Naturales, Sociales, entre otras.
“Cuando intentas hacer obligación el hábito de la lectura está conducido al fracaso (…) Dos de 10 estudiantes de nivel primaria se van a acercar mediante actividades que estén involucradas con la cátedra, pero los otros que lleguen a involucrarse con la lectura, tal vez un tercero, tal vez un cuarto, no lo va a hacer”.
“Porque fue el mecanismo rígido de la escuela sino por otros como paralelos en talleres, en actividades, círculos o grupos de lectura, actividades a veces efímeras (…) Los niños que acercan a salas de lectura y son de familias no lectoras, son ellos los que comienzan a convertir a sus padres en lectores”.
El literato relató que, incluso, la digitalización en la que se desarrolla hoy en día este segmento social les ha permitido seleccionar sus textos en un mundo más relajado y de múltiples opciones para escoger a sus autores y temas favoritos.
Además, aclaró que en los círculos de lectura con que cuenta el instituto se han hecho diversos análisis cualitativos más que cuantitativos por lo que es difícil medir estos hábitos entre la variedad de grupos etarios.
Pros y contras de los libros digitales
Guerola Bibenlafón comentó que es difícil medir el nivel de lectores en determinados universos poblacionales toda vez que no todas las personas pueden acceder a libros muy costosos, además, algunos recurren a trueques o intercambios de textos y otros tanto acceden a ellos de manera digital.
En esto último, señaló que algunos autores critican la circulación de estos formatos digitales que se están dando en la red, pues no todas son legales ni regulan cuántas personas están conociendo al autor.
Contrario a ello, otros escritores están aprovechando estas plataformas para vender talleres y charlas y aprovechan la ocasión para regalar sus ediciones electrónicas; sin embargo, la circulación es mayor y que alcanza diferentes niveles.
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“Que no solamente lo plantearíamos con estudiantes ligados a nuevas tecnologías sino con otros que también están en función de fenómenos o medios alternos que, en el caso de internet, hay una gran cantidad de páginas legales e ilegales para consultar, leer y descargar libros, tanto nacionales como extranjeros”.
Difícil contabilizar el número de lectores actuales, aseguran literatos
Añadió que, en el caso de publicaciones extranjeras, existe actualmente una gran industria de traductores que toman obras legales e ilegales de otros idiomas para convertirlas al español con faltas de ortografía, sintaxis y gramática y que están arriesgando la permanencia de autores que hoy en día se atreven a imprimir sus textos.
“Por favor, detén la circulación libre y busca comprar las copias legales porque los autores, las editoriales, las empresas y los comerciantes, se están arriesgando a hacer todavía impresión en físico en un mercado que para algunos es muy difícil por todo lo que implica”.
Cabe mencionar que, desde 1992, cada 23 de abril se celebra el Día Mundial del Libro por iniciativa de España en recuerdo de los fallecimientos de tres grandes autores: William Shakespeare, Garcilazo de la Vega y Miguel de Cervantes Saavedra.
Finalmente, el también orador mencionó que cuentan con un proyecto denominado Jóvenes a la Lectura, el cual está acercando a este grupo social, principalmente a bachilleres, a los libros, por lo que las personas interesadas podrán visitar a las redes oficiales: https://www.facebook.com/FomentoLecturaIVEC y https://www.facebook.com/FomentoALaLecturaIVEC.
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